Autor: Ana Paula Chávez

Dennys Navas y su búsqueda de los fenómenos urbanos

Dennys-Navas

Dennys Navas se acercó al arte por casualidad o al menos así lo cree. El guayaquileño de 27 años, graduado en el Instituto Tecnológico Superior de Artes del Ecuador (ITAE), repasa los momentos en que - tal vez sin entenderlo totalmente entonces - desarrollaba un interés por las artes visuales. Hay varios posibles inicios.

Un primer momento puede ser cuando estaba en secundaria. Dennys asistió a un colegio técnico donde - según cuenta - no se sentía identificado con las asignaturas que impartían. Se refiere a una específicamente: mecánica. “O sea, me llamaba mucho la atención, pero en el sentido de usar planos y dibujos”.

Tras tener inconvenientes con los profesores, debido a su desempeño escolar, uno de ellos le recomendó que vaya al Colegio Bellas Artes. Cuando llegó a la institución “tampoco sabía que quería, no lo tenía claro”.

Un segundo momento ocurrió cuando se acopló a su nuevo colegio y empezó a conocer un poco más sobre la escena local. Asistió a eventos como el Salón de Julio, el Salón de Octubre y otras convocatorias artísticas como espectador.

Un tercer momento se da cuando al terminar la secundaria y tenía más claridad sobre lo que quería hacer. “Ya sabía que la onda era no necesariamente pintar o dibujar, sino que había algo más”, explica.

Sin embargo, las artes visuales no fueron su primera opción: decidió estudiar arquitectura. Y aunque describe esa experiencia como caótica, porque no le fue “para nada bien”, esta etapa tendría una notable influencia en su trabajo posterior.

No fue hasta el 2008 cuando llegó al ITAE. “Caí en el lugar perfecto, en la hora indicada, en el momento indicado”, asegura. Este se convirtió en su punto de encuentro con otros que compartían sus intereses, con quienes podía debatir sobre su trabajo.

Al recorrer DPM, la galería con la que trabaja desde 2012 y donde ha presentado sus tres muestras individuales, es posible evidenciar que su interés por la arquitectura se mantiene intacto. Es - junto a la naturaleza - un elemento característico de su obra.

En sus primeros trabajos individuales ya se enfocó en ciertos fenómenos que ocurren en la ciudad y que siempre llamaron su atención. Sobretodo, en la primera serie de cuadros que realizó individualmente: ‘Cul de Sac’ (2012).

La muestra empezó con una serie de fotografías que hizo en diferentes sectores residenciales de Guayaquil donde las casas estaban cubiertas de plantas. “Ese gesto me parecía muy interesante porque finalmente todo espacio que habitas, de una u otra manera, habla a través de ti”.

Durante el proceso de investigación su referencia principal fue el jardín francés. “Iba armando conexiones”, explica. El resultado fue la creación de ciudades ideales que se combinaban con un tipo de arquitectura vernácula.

‘El pasado es muy pequeño para ser habitado’ fue su segunda muestra individual. La presentó en 2015. En esta ocasión quiso darle más protagonismo a la pintura, pues en la anterior primó el dibujo como técnica.

En esta exposición - plantea el artista - se dio una nueva búsqueda partiendo de las mismas preguntas sobre el espacio y nuevas estructuras arquitectónicas. Navas considera que fue “más diversa en cuanto a técnica”, pues experimentó con distintas herramientas como la cera.

Su exhibición más reciente se titula ‘Estaciones suspendidas’. La inauguró el pasado 23 de septiembre. Uno de los temas que destaca es la representación de la figura humana.

En 2015, el artista visual ganó la beca para proyectos de arte contemporáneo que ofrece el Premio Nacional Mariano Aguilera. ‘Tierra Hueca’ como se denomina la obra consiste en una serie de cuadros de gran formato, una maqueta e instalación.