Desde su propagación en 2014, el virus del Zika ha alcanzado niveles pandémicos especialmente en América del Sur. La enfermedad produce síntomas similares a formas leves de dengue y su tratamiento consiste básicamente en el reposo. Actualmente, no existen medicamentos o vacunas para su prevención.
Brasil ha sido el país más afectado por el brote de la enfermedad y muchos médicos, deportistas y posibles visitantes han manifestado temor a que el evento pueda desatar una propagación global del virus.
Este factor de riesgo puso en duda la realización del evento dado a las grandes cantidades de visitantes que recibirá el país sudamericano y la poca información de prevención sobre la enfermedad. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de su directora, Margaret Chan, informó el 29 de julio que el riesgo que representan las infecciones con el virus será bajo y manejable durante la cita deportiva. “Siempre que las personas tomen medidas de protección personal, incluyendo el uso de repelentes y de ropa que impida las picaduras de mosquito” y “por favor, utilizar condones”, enfatizó Chan.
De cierta forma esto vislumbra una mejor perspectiva para el medio millón de personas que se espera para los Juegos.
Pero algunos deportistas no se confían y han preferido tomar sus propias prevenciones. Por ejemplo, Corea del Sur usará una nueva indumentaria de la empresa y que integra un repelente contra el mosquito que transmite la enfermedad. “Los atuendos MOS-LOCK fueron desarrollados para que los arqueros y los golfistas puedan enfocarse en sus competencias sin tener que preocuparse por los mosquitos y así dar pie a los mejores resultados posibles”, informó en un comunicado la empresa Kolon Fashion Material, desarrolladora del traje.