Rusia, uno de las potencias en temas olímpicos, se ha visto involucrado en uno de los momentos más polémicos en su historia a raíz de los casos de dopajes descubiertos en sus atletas. Esta situación ha puesto al país europeo en los ojos de todo el mundo debido a las malas prácticas de sus deportistas, y que incluso han desvelado un supuesto apoyo gubernamental para usar sustancias prohibidas por los organismos deportivos internacionales.
Las sospechas de dopaje tuvieron origen en un documental de la televisión alemana, ARD titulado "Dopaje ultrasecreto: El oscuro mundo del atletismo", expuesto en el 2014, donde se denunció las irregularidades cometidas por las autoridades deportivas y atletas rusos; y un sistema organizado de encubrimiento patrocinado por el gobierno ruso para seguir cometiendo estas acciones de dopar a sus atletas. En el documental se revela que la mayoría de los atletas ganadores de medallas en competiciones internacionales se dopa o utiliza alguna sustancia para mejorar su rendimiento.
Fue el 9 de noviembre de 2015 cuando se denunció el caso mediante un informe elaborado por una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje en una conferencia de prensa celebrada en Ginebra, Suiza encabezada por el canadiense Dick Pound.
Esta comisión denunció y recomendó a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), la suspensión de la Federación Rusa de Atletismo de toda competición internacional de Atletismo (incluyendo los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016), debido a que el país no cumple con los protocolos establecidos por el Código mundial Antidopaje.El informe señala que las revelaciones en las que se denuncia que funcionarios de la Federación Rusa de Atletismo y del laboratorio antidopaje de Moscú aceptaron sistemáticamente dinero de atletas para suministrar sustancias prohibidas y encubrir los resultados de controles son verdaderas. Además, señala al Estado Ruso como cómplice de los hechos y acusa a los servicios secretos rusos de intimidación, destrucción de pruebas. Se menciona que la FSB (Rusia) espiaba al laboratorio encargado de hacer las pruebas antidopaje en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014 haciéndose pasar por ingenieros.
Igualmente denunció que el gobierno ruso era participe de una red de encubrimiento para que atletas de élite rusos utilicen sustancias prohibidas en competencias internacionales y recomendó la suspensión de por vida de cinco atletas rusos, incluyendo a los campeones olímpicos y mundiales Sergey Shubenkov y Mariya Savinova.
La reacción de Rusia no se hizo esperar. Según el ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó, quien niega las acusaciones vertidas en el informe, señaló que Richard Pound, presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), ha abusado de su autoridad al recomendar a la IAAF que no permita la participación de los atletas rusos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
El COI decidió el 24 de julio no suspender al Comité Olímpico ruso y dejar a las distintas federaciones internacionales que decidan caso por caso sobre la participación de los deportistas rusos, mediante una serie de criterios, antes de Río 2016. Solo el atletismo ruso está por ahora fuera de los juegos, después de la decisión del 21 de julio pasado del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que dio la razón a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) sobre la suspensión de la Federación Rusa de ese deporte. El castigo al atletismo podía haberse extendido a todos los deportistas rusos, pero finalmente el COI optó por no utilizar la “opción nuclear”, en palabras de Dick Pound, fundador de la Agencia Antidopaje.
“Los deportistas rusos olímpicos deben asumir las consecuencias de la responsabilidad colectiva y la presunción de inocencia no puede ser aplicada”, subrayó el COI. El organismo deportivo también apuntó que “por otra parte, la justicia individual debe ser aplicada y todo atleta debe poder probar que la responsabilidad colectiva no debe ser aplicada en su caso”. El COI definió así que el Comité Olímpico Ruso no podrá seleccionar a ningún deportista que haya dado positivo a lo largo de su carrera.
Esta decisión generó que las críticas le llovieran a Bach, acusado de haber “abdicado” frente a Rusia. Varias atletas demostraron su malestar, entre ellos el campeón olímpico alemán de lanzamiento de disco, Robert Harting, quien acusó al presidente del COI de formar “parte del sistema de dopaje”, luego de su decisión de no suspender al Comité Olímpico ruso de los Juegos.
Mientras, la alemana Claudia Pechstein, campeona olímpica de patinaje de velocidad, señaló que “desde mi punto de vista, Bach fue ‘comprado políticamente”, y además lo calificó de “cobarde” tras la decisión del Comité de no excluir al deporte ruso y dejar la tarea en manos de las federaciones.
Asimismo, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recomendó el 18 julio que el Comité Olímpico Internacional y el Comité Paralímpico Internacional consideren prohibir la participación de todos los atletas rusos en los Juegos de Río de Janeiro. La agencia expresó también que se debería negar el acceso a las autoridades del Gobierno ruso a todas las competencias internacionales, incluidos los olímpicos. Según un informe independiente de la agencia publicado la misma fecha, Rusia orquestó un "sistema de dopaje promovido por el Estado" en el deporte, incluyendo los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi-2014. Dicho informe fue llevado a cabo por el profesor canadiense Richard McLaren, quien reveló que el programa estuvo organizado por el ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko, con "la activa participación y asistencia" de los servicios secretos del país.
Thomas Bach, presidente del COI, dijo este 31 de julio que el organismo seguirá esta semana con el proceso de selección de deportistas rusos que pueden disputar los Juegos de Río 2016 y que después de la competición continuará la investigación sobre el supuesto dopaje generalizado en Rusia.
"En este momento la preocupación es resolver una situación urgente (quiénes pueden participar o no) antes del inicio de los Juegos, pero después tendremos más tiempo para analizar detalladamente esa situación", afirmó Bach en su primera comparecencia ante los medios de comunicación en el Centro de Prensa del Parque de Río de Janeiro.
El dirigente afirmó que el COI necesita tiempo para analizar las denuncias sobre el supuesto dopaje sistemático en Rusia con más tranquilidad y sin dejarse contaminar por el calor del debate. "Recibimos un informe que detalla un sistema de manipulación de las pruebas antidopaje en Rusia. Por ahora lo que podemos hacer es ver las consecuencias inmediatas de eso para los deportistas rusos en Río de Janeiro. Pero después tenemos que analizar el informe final sobre las alegaciones de que el Ministerio de Rusia montó ese sistema de manipulación para ver qué medidas adoptar.
En respuesta a todas las opiniones vertidas, Bach enfatizó que aún no ha conversado con ninguna autoridad deportiva rusa sobre el asunto y que tampoco puede comentar las críticas a la decisión del COI hechas hasta por el presidente de Rusia, Vladimir Putin. También defendió la decisión de la entidad de transferir tal responsabilidad inicialmente a las federaciones internacionales, que son las que vienen divulgando las listas de excluidos.
El directivo además informó sobre la creación de una comisión de tres miembros de su Consejo Ejecutivo que son los que tendrán la palabra final sobre la participación de los atletas rusos.
"Estamos en esa tercera fase en que la decisión final es de la comisión de tres miembros que creamos y que se basarán en informes de la corte de arbitraje y de especialistas independientes", dijo.Tal comisión está integrada por el presidente de la Federación Internacional de Tiro con Arco, el turco Ugur Erdener; la responsable de la Comisión de Atletas, la alemana Claudia Bokel; y por el español Juan Antonio Samaranch, hijo del antiguo presidente del COI del mismo nombre y ya fallecido.
La previsión es que esta comisión analice todos los casos esta última semana previa a los juegos y divulgue la lista definitiva de rusos que podrán disputar los Juegos Olímpicos antes de la ceremonia inaugural del próximo viernes 5 de agosto.
Hasta la primera semana de agosto de 2016, había 117 los deportistas rusos excluidos de los Juegos de Rio por dopaje o supuesto dopaje, tras la decisión de sus federaciones internacionales o el Comité Olímpico Ruso, sobre la base de los criterios fijados por el Comité Olímpico Internacional (COI) el domingo. Entre los atletas rusos suspendidos para Río 2016 más destacados están Sergey Shubenkov (oro 110 con vallas –Mundial Beijing 2015), Maria Kuchina (oro salto alto – Mundial Beijing 2015), Denis Kudryavtsev (plata 400 con vallas – Mundial Beijing 2015), y Anna Chicherova (bronce salto alto – Mundial Beijing 2015), entre otros.
Además de los 67 atletas ya privados de los Juegos tras su suspensión por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), 50 deportistas han sido oficialmente excluidos, una lista que debería ampliarse en los próximos días: